Antes, durante y después: integración práctica en tu sesión
Empieza con un breve escaneo corporal, sigue con movilidad lenta sincronizada con la respiración y cierra definiendo una intención específica. Este ritual de dos a cuatro minutos alinea mente y cuerpo, previene prisas y te sitúa en el presente, donde la técnica se construye y los progresos se consolidan.
Antes, durante y después: integración práctica en tu sesión
Toma de tres a cinco respiraciones nasales suaves, relaja hombros y suelta la mandíbula. Visualiza una única clave técnica para la siguiente serie. Estas micro‑pausas reducen la fatiga mental, mejoran la consistencia del gesto y evitan que la intensidad derive en descontrol o compensaciones peligrosas.